TAREAS DE LENGUA

jueves, 3 de mayo de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012


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domingo, 15 de abril de 2012

miércoles, 19 de enero de 2011

LA FORMACIÓN DE PALABRAS


La palabras nacen, se desarrollan y mueren. Los cambios de las ideas, de la técnica, de los objetos conlleva cambios en el conjunto del léxico de una lengua, con la desaparición de unas palabras, la aparición de otras, o los cambios en la designación de algunas ( v.g. el paso de una sociedad rural a urbana ). Las lenguas renuevan su vocabulario para no quedarse obsoletas y desaparecer, ya hemos dicho que lengua es igual a cultura, y en este aspecto también.
Junto al léxico patrimonial - el castellano procede del latín - el castellano se compone de palabras creadas a partir de elementos ya existentes y de préstamos procedentes de lenguas con las que ha estado en contacto, también de vocablos dialectales, de otros en desuso, específicos de determinadas profesiones. Las transformaciones en este nivel no son radicales, conviven las nuevas con las viejas produciéndose un polimorfismo natural.
El castellano posee varios recursos para renovar su léxico , unos de carácter semantico, otros de carácter morfológico y otros estrictamente léxicos.
La creación onomatopéyica : una palabra cuyo significante imita la realidad extralingüística : aupar, nana, tictac, zigzag, quiquiriquí,chupachup, frufrú, pimpampum, runrún, zape, hala, hola,chitón,etc.
Los préstamos : voces tomadas de otra lengua en un momento dado: holding.
Hibridos : escanear, zapear, hamburguesería, goleada, liderar, croissantería,etc. Vemos que en ellos el lexema pertenece a una lengua y el morfema gramatical a otra.
Las palabras inventadas no son préstamos lingüísticos, pero se asimilan a ellos, y hasta se confunden. La invención de una voz se produce por la búsqueda de expresividad por el poder evocador de su significante.
Los cultismos léxicos : déficit, hipopótamo, límpido, dómine, semáforo.
LA CREACIÓN MORFOLÓGICA
Composición
Sinapsia : betún de Judea, letra de cambio
Disyunción : guerra civil, tinta china, pez espada
Contraposición : falda-pantalón, buque - escuela
Yuxtaposición : bocamanga, telaraña, hierbabuena
Mediante prefijos vulgares: reencuentro, contrarreforma, sobreentendido
Acortamiento : cine, d. , transistor, o. c. , CCOO, LP, AVE
Derivación :
Mediante prefijos cultos . telefoto
Mediante sufijos : labriego
Mediante interfijos: panadero
Parasíntesis : multipartidista
EL ACORTAMIENTO DE LAS PALABRAS
Es la supresión de algunas letras de la palabra y también se llega a la composición a través del acortamiento de las palabras. Hoy es muy abundante este recurso (el siglo de las siglas) y a veces abusivo; propio del lenguaje del comercio, de la administración y lenguajes especializados, pero escaso en el lenguaje literario a no ser que refleje el habla coloquial y cotidiana.
Hay varias modalidades :
1.- Abreviamiento, o truncamiento, que consiste en la pérdida de sílabas completas y suele ser por apócope, rara vez por aféresis:
cine por cinematógrafo
foto por fotografía
profe por profesor
zoo por zoológico
bus por autobús
2.- Abreviatura : representación de una palabra en la escritura con una o varias letras. Se mantiene la primera letra y puede haber apócope o síncopa :
d. por don
s. por san
tel. por teléfono
dr. por doctor (síncopa)
admón por administración (síncopa)
Cuando se leen las abreviaturas se leen palabras completas.
3.- Acronimia : unión de los extremos opuestos de dos palabras. Casi siempre son voces hechas en otras lenguas y después introducidas en la nuestra, aunque también las hay autóctonas. Es muy usada en el campo técnico.
aceriales aceros industriales
autobús automóvil ómníbus
bit binary digit
informática información automática
motel motorist hotel
tergal poliéster galo
transistor transfer resistor
4.-Abreviatura compuesta: formación de carácter gráfico y no fónico, estereotipado y en retroceso:
b. s. p. por besa sus pies
d. e. p. por descanse en paz
l. c. por lugar citado
o. c. por obra citada
q. e. s. m. por que estrecha su mano
5.- Abreviaturas complejas :
a) sigla transparente : nombre propio y se pronuncia de forma desarrollada, de contenido conocido :
CCOO (Comisiones Obreras)
RNE (Radio Nacional de España)
TVE (Televisión Española)
b) sigla opaca :no deja entrever su contenido. Las hay de dos tipos :
1)Sigla opaca deletreada: se pronuncia el nombre de cada una de las letras componentes:
LP se lee elepé
PC se lee pecé
PP se lee pepé
UHF se lee uhachefe
2) Sigla opaca leída secuencialmente se lee como si se tratase de cualquier otra palabra de la lengua, sin interpretar el valor inicial de cada letra:
AVE se lee ave
HUNOSA se lee hunosa
MOPU se lee mopu
RENFE se lee renfe
UNED se lee uned
radar se lee radar
ovni se lee ovni
Talgo se lee talgo
Algunas de las siglas son mixtas para facilitar su pronunciación : PSOE se lee pesoe.
Cuando se crean siglas, con frecuencia se busca un carácter evocador, expresivo, o que tengan cierta motivación. La informática, que es un terreno muy abonado para creación de siglas, posee una fuerte tendencia para construir siglas coincidentes con elementos léxicos ya existentes en la lengua : AVE(Alta Velocidad Española), ACUDE (Asociación de Consumidores y Ususarios de España), ACASA (Autopistas de Aragón y Cataluña, sociedad anónima ), IDEA (Instituto de Estudios Asturianos).
Puede ocurrir que la coincidencia sea fortuita y poco afortunada : MULA ( Mando Unificado en la Lucha Antiterrorista ), COJO (Comité Organizador de los juegos Olímpicos). También se interpretan las siglas de forma humorística : Organización Terrorista con Armas Nucleares (OTAN).
El género de estas palabras depende de la que tenga mayor peso. Hay que tener en cuenta que al oscurecerse su significado tienden a lexicalizarse (ovni, radar,talgo), e incluso permite la derivación (pecero, seíta, ugetista,etc ).

LOS PRÉSTAMOS EN EL ESPAÑOL


La lengua castellana ha tomado siempre préstamos, esas palabras útiles que aportan otras lenguas adaptadas a la nuestra y que se incorporan al habla habitual de la gente.
No hay un solo idioma importante en el planeta que no haya recibido donaciones. la base de nuestro idioma la dio el latín, que a su vez acogió palabras de las lenguas prerromanas.
Así, la lengua vasca aportó al castellano palabras como boina, aquelarre, kiosco, cachorro, chaparro, cencerro, pizarra, zurdo, urraca. En latín existía la palabra sinistra, que significaba "izquierda", pero perdió en castellano ese significado y tomó un valor peyorativo (siniestro), y el significado de "izquierda" lo tomó una palabra vasca , ezquera, que dio nuestra izquierda.
En el noreste estaba situado el pueblo celta que nos dejó palabras como gancho, greña, losa, serna, álamo, berro, bota, brezo. Otras lenguas prelatinas nos dejaron alud, arroyo, gusano, madroño, manteca, páramo, becerro, bruja, cama, charco y garrapata. Otros pueblos anteriores a los romanos también nos prestaron muchas palabras hoy todavía actuales: abarca, alcornoque, barranco, camorra, carrascal, caspa, gabarda, galápago, garabato, moño, morcón, muñeca, muñón, vega.
Los godos nos dejaron palabras relacionadas con la guerra: tregua, arenga, espía, banda, ganar, guardia, guardián, espía, ropa, hato, brote, parra, esquilar, serón, aspa, rueca, ganso, gavilán, agasajar, ufano, rapar, triscar, Álvaro, Fernando, Rodrigo, Rosendo, Argimiro, Elvira, Gonzalo, Alfonso, Adolfo, Ramiro, Galindo. Y los patronímicos y topónimos terminados en -ez y -iz .
Los helenismos que encontramos en nuestra lengua son más de cuatro mil doscientos. Los helenismos vienen generalmente a través del latín, palabras para referirse a la vida cotidiana: baño, cesta, cuchara, cuerda, espada, espuerta, sábana, estopa, saco, bodega, cal, piedra, plaza, espárrago, esparto, olivo. Y también con el lenguaje eclesiástico: bautismo, biblia, blasfemar, clérigo, coro, diablo, catedral, coro, patriarca, profeta. A lo largo de la historia, desde el siglo XII hasta hoy, han llegado palabras relacionadas con la ciencia como anatomía, apoplejía, estómago, catarro, filosofía, gramática, aritmética, astrólogo, astrónomo, astrología, planeta, arteria, cólico, diarrea, epilepsia, gangrena, pronóstico, antídoto, ántrax, cráneo, metáfora, idioma, paradoja, paréntesis, problema, símbolo, enciclopedia, asfixia, autopsia, hemorragia, miope, antología, sinfonía, autonomía, crisis, biografía, autógrafo, anemia, anestesia, psiquiatría, asteroide, cosmos, cráter, teléfono. Y muchos de los sufijos que hoy utilizamos (hemi-, orto-).
Los árabes hicieron llegar a nuestra lengua unas cuatro mil palabras: acebuche, aceite, aceituna, acelga, acequia, adarve, adobe, adoquín, ajedrez, ajuar, alacena, albahaca, alberca, alarde, albañil, albaricoque, alberca, albornoz, alcalde, alcaide, alcanfor, alcachofa, alcazaba, alcázar, alcoba, alcohol, aldea, alfanje, alférez, alforjas, alfil, alfombra, algarabía, algodón, alguacil, alhaja, alhelí, alicate, aljibe, almacén, almanaque, almazara, almena, almíbar, almirante, almirez, almohada, alpargata, alquiler, alquitrán, altramuz, alubia, amén, argolla, arrallán, arrecife, arroba, arroz, asesino, atalaya, atarjea, atún, azabache, azafrán, azahar, azar, azotea, azúcar, azucena, azul, azulejo, baño, barrio, bellota, berenjena, café, caraba, cárabo, caravana, carcajada, carmesí, cazurro, cero, ceutí, cifra, chaleco, dado, daga, embarazar, espinaca, falúa, fanega, fideo, fulano, gandul, guarismo, guitarra, hachís, ¡hala!, hazaña, ¡hola!, jabalí, jaque, jaqueca, jara, jarabe, jarra, jeta, jineta, jinete, jirafa, joroba, laca, lima, limón, mandil, marfil, máscara, momia, naranja, noria, nuca, ¡ojalá!, ¡olé!, paraíso, recua, rehén, res, rincón, sandía, tabique, talco, talega, tambor, tarifa, tarima, taza, zaguán, zaíno, zanahoria, zorzal, zurriaga.
Las lenguas indígenas de América aportaron después muchos conceptos que los españoles de entonces no podían encontrar, porque desconocían las realidades a las que se referían; palabras mayas, del quechua, del nahuatl, del taíno, del guaraní, araucano o mapuche, el caribe, el aimara. Y así hoy están en nuestra lengua ajolote, canoa, caoba, maíz, maní, sabana, yuca, cacique, aguacate, coyote, hule, jícara, nopal, petaca, petate, alpaca, cancha, coca, cacao, llama, mate, puma, mapache, jaguar, petunia, tabaco, tiburón, tiza, tomate, papa.
Otras lenguas con las que compartió espacio el español han aportado igualmente durante siglos palabras que hoy sentimos muy nuestras. Así, del catalán hemos recibido anguila, calamar, rape, anís, paella, escalfar, entremés, escarola, vinagre, barraca, nao, delantal, picaporte, reloj, galera, capicúa, timonel, mercader, oferta, cartel, cordel, cotejar, prensa, papel, imprenta. A nadie puede extrañarle que la palabra que designa la moneda española, peseta, sea de origen catalán.
De la lengua que hablan los portugueses hemos recibido palabras como carabela, ostra, mejillón, buzo, chubasco, pleamar, vigía, virar.
El italiano dejó buena parte de su herencia en el arte de la música: soneto, terceto, barítono, alto, bajo, tener, mandolina, piano, viola, violín, violonchelo, cantata, concierto, compositor, fusa, madrigal, libreto, ópera, pero también brújula, corsario, bombardear, escopeta, escolta, mosquete, mosquetero, fragata, zarpar.
A través del Camino de Santiago llegaron a nuestra lengua muchos galicismos, y así hoy tenemos blandir, jamón, jefe, corcel, aliar, galopar, trotar, capellán, capitel, fraile, hereje, hostal, mesón. La más francesa de nuestras palabras es español, que sustituyó a "españón". En el siglo de oro entran palabras como damisela, etiqueta, peluca, servilleta, jardín. Han llegado también al español palabras como cotizar, endosar, financiero, finanzas, garantía, letra de cambio, aviación, aterrizaje, biela, bobina, bujía, camión, descapotable, garaje, autobús, burocracia, buró, comité, compló, chalé, bidé, parqué, quinqué, paté, consomé, coñac, suflé, bisté, escalope, carné, gripe, turista, élite, chófer.
Del inglés hemos recibido palabras como camping, baby-sitter, auto-stop, smoking (aunque ninguna de estas dos últimas palabras existen en inglés), striptease, football, parking, recordman, dancing, bestseller, cameraman, cassette, copyright, disc-jockey, film, meeting, hit-parade, flash, offset, mass-media, script, poster, playback, pop, show, speaker, spot, trailer, video, bikini, charter, jersey, boom, leasing, manager, marketing, self-service, interview, stock, base-ball, set, groggy, lob, holding, match, panty, pullover, spray, test, shorts, y otros que se han acomodado a nuestra fonética y a nuestra ortografía como aeropuerto, inflacción, ecología, esquizofrenia, fobia, fuelóleo, gasóleo, síndrome, tándem. En apenas unas décadas se han colocado en nuestra lengua tantas palabras como el árabe en ocho siglos. Algunas de estas palabras se acomodan a la nuestra, como beisbol, líder, fútbol o mitin, por más que hayamos intentado balompié, pelota-base, arenga, acto electoral o discurso político. Pero ojo, muchos de los anglicismos que, por ejemplo, creíamos en 1993 que se iban a incorporar a nuestra lengua, se han olvidado. Tiempo al tiempo. Vamos adoptando los conceptos que nos pueden ser útiles: aeropuerto, cibernética, rugby, gol, poni, boxeo, boxeador, boxear. Entran palabras como bricolaje y sus derivados (bricobazar, bricotienda, bricotrabajo) por ser neologismos necesarios. Pero baby sitter es canguro; spray, pulverizador o aerosol; lob, globo; drive, derechazo; trailer, avance; match, partido; mass-media, medios de comunicación; wagons-lit, coche cama; manager, representante; hacer auto-stop, hacer dedo; show, espectáculo; cassette, grabadora o cinta; stocks, reservas; holding, grupo; disc-jockey, pinchadiscos; interview, entrevista; spot, anuncio; self-service, autoservicio; speaker, portavoz; best-seller, éxito; recordman, plusmarquista; overboking, saturación; Dentro de poco, ¡ojalá!, dejaremos de desayunar huevos con bacon, para hacerlo con panceta; dejaremos de escuchar el walkman (¿o walkwoman?) y llevaremos puestos los cascos, y la caja de leche en tetrabrik será "un cartón de leche". Las mujeres dejarán de tomar el sol en top less para "tomar el sol en tetas".
El idioma español ha tomado siempre préstamos, esas palabras útiles que aportan otras lenguas y que, adaptadas a la fonética propia se incorporan a la lengua habitual de la gente. No hay un solo idioma importante en el mundo que no haya recibido donaciones. La palabra peseta procede del catalán; albañil nos la dejaron los árabes; bramar nos la dieron los godos. Nuestra lengua ahora consta de 83.500 palabras base (el recuento de vocablos formados mediante sufijos y derivados aumentaría notablemente la cifra). La base de nuestro idioma la dio el latín, a través del que entraron la mayoría de helenismos: baño, cesta, cuchara, cuerda, espada, espuerta, sábana, estopa, saco, bodega, cal, piedra, plaza, espárrago, esparto, olivo, bautismo, Biblia, blasfemar, clérigo, coro, diablo, catedral, patriarca, profeta, anatomía, apoplejía, estómago, catarro, filosofía, gramática, aritmética, astrólogo, astrónomo, astrología, planeta, arteria, cardiaco, cólico, diarrea, epilepsia, gangrena, pronóstico, antídoto, cráneo, metáfora, idioma, paradoja, paréntesis, problema, símbolo, enciclopedia, sinónimo, asfixia, autopsia, hemorragia, miope, antología, sinfonía, crisis.
Fueron las lenguas prerrománicas las que nos prestaron gancho, greña, losa, serna, álamo, berro, bota, brezo, alud, arroyo, gusano, madroño, manteca, páramo, becerro, bruja, cama, charco, garrapata. La lengua vasca nos aportó boina, aquelarre, kiosco, cachorro, chaparro, cencerro, pizarra, urraca, zurdo. De los godos hemos recibido palabras relacionadas con la guerra: tregua, arenga, espía, banda, ganar.
De los árabes hemos recibido unas 4.000 palabras: alfanje, alcazaba, alforjas, alarde, almirante, alcalde, alcázar, alcazaba, almenas, atalaya, albaricoque, aceituna, alberca, acequia, aljibe, noria, almazara.
Las lenguas indígenas de América aportaron muchos conceptos que los españoles no podían encontrar entre sus vocablos porque desconocían lo que designaban: canoa, coyote, maíz, maní, sabana, cacique, aguacate, alpaca, cancha, mate, puma, cacao, coca, mapache, jaguar, petunia, tiburón, patata, tabaco.
Del catalán viene águila, calamar, rape, anís, paella, escalfar, entremés, escarola, vinagre, barraca, delantal, picaporte, reloj, galera, nao, socaire, capicúa, timonel, mercader, oferta, tarifa, cartel, cordel, cotejar, crisol, prensa, papel, imprenta.
De la lengua de los portugueses hemos recibido palabras como carabela, ostra, mejillón, buzo, chubasco, pleamar, vigía, virar.
El Italiano nos ha dejado soneto, terceto, barítono, alto, bajo, tenor, mandolina, piano, viola, violonchelo, batuta, cantata, concierto, ópera, compositor, fusa, madrigal, libreto, brújula, corsario, bombardear, escopeta, escolta, mosquete, mosquetero, fragata, zarpar.
De la lengua francesa hemos recibido palabras como blandir, jamón, jefe, corcel, aliar, galopar, trotar, capellán, capitel, fraile, hereje, hostal, mesón, español (que sustituyó a españón), etiqueta, moda, peluca, servilleta, jardín, cotizar, endosar, financiero, finanzas, garantía, aviación, aterrizaje, biela, bobina, bujía, camión, descapotable, garaje, autobús, burocracia, buró, comité, compló, chalé, bidé, parqué, qinqué, paté, consomé, coñac, suflé, bisté, escalope, carné, gripe, turista, élite, chófer.
Camping, baby-sitter, auto-stop, smoking (ninguna de las dos últimas no existe en inglés), striptease, football, parking, recordman, dancing, bestseller, cameraman, cassette, copyright, disc-jockey, film, meeting, hitparade, flash, offset, mass-media, script, poster, playback, pop, show, speaker, sport, trailer, video, bikini, chanter, jersey, boom, leasing, manager, marketing, self-service, interview, stock, base-ball, set, groggy, passhin-shot, lob, holding, match, match bali, smash, panty, pullover, spray, test shorts, aeropuerto, fobia, gaséleo, fuelóleo, sindrome. En medio siglo el inglés ha dejado en nuestra lengua tantas palabras como el árabe en ocho centurias. Algunas se han acomodado a nuestra lengua béisbol, fútbol, mitin. Pero fijémonos:
Baby-sitter: canguro.
spray:pulverizador (aerosol).
Passhing-shot :golpe paralelo.
Lob: globo.
Drive:derechazo.
Trailer: avance.
Match: partido.
Mass media: medios de comunicación.
Wagons-lit:coches cama.
Manager:representante.
Auto stop:Hacer dedo.
Show:espectáculo.
Cassette:grabadora, cinta.
Stocks: reservas.
Disc-jockey: pinchadiscos (el
pincha, parecido al hincha)
lnterview:: entrevista.
Spot: anuncio.
Seif-service:autoservicio.
Speaker: portavoz.
Best-seller: éxito.
Recordman:plusmarquista.
Overbooking:saturación.
Bacon: panceta.
Tetrabrik: cartón de leche.
Waíkman (waikwoman?): llevar los cascos.
Top less: tomar el sol en tetas


Baby-sitter: canguro.
spray: pulverizador (aerosol).
Passhing-shot: golpe paralelo.
Lob: globo.
Drive: derechazo.
Trailer: avance.
Match: partido.
Mass media: medios de comunicación.
Wagons-lit: coches cama.
Manager: representante.
Auto stop: Hacer dedo.
Show: espectáculo.
Cassette: grabadora, cinta.
Stocks: reservas.
Disc-jockey: pinchadiscos (el pincha, parecido al hincha)
lnterview: entrevista.
Spot: anuncio.
Seif-service: autoservicio.
Speaker: portavoz.
Best-seller: éxito.
Recordman: plusmarquista.
Overbooking: saturación.
Bacon: panceta.
Tetrabrik: cartón de leche.
Waíkman (waikwoman?): llevar los cascos.
Top less:

viernes, 5 de noviembre de 2010

EL SIGLO XIX

En el siglo XIX se pueden distinguir dos grandes corrientes estéticas literarias: el Romanticismo y el Realismo. El predominio del primer movimiento se corresponde con la primera mitad del siglo y el Realismo triunfa, a grandes rasgos, durante la segunda mitad. Estos movimentos tienen una difusión general por toda Europa.

En España, El Romanticismo se halla vinculado a una serie de circunstancias históricas. La reacción europea contra el poder de Napoleón explica la existencia de un romanticismo conservador en los primeros años del siglo, defensor de la Restauración del Antiguo Régimen. Pero junto a él, va creciendo otro, revolucionario y liberal, que aboga por la destrucción de todos los dogmas morales, políticos y estéticos vigentes hasta entonces. Su auge coincide con la revolución de 1830 en Francia y con el triunfo del liberalismo político en gran parte de Europa.

En cuanto a su aparición, no fue uniforme en todas las naciones. A finales del siglo XVIII, en Inglaterra surgen algunos poetas conocidos como los lakistas, con un fuerte sentido de la naturaleza. Será, sin embargo, en Alemania, con los hermanos Schlegel, donde el nuevo movimiento adquiera una base teórica y se enfrente al clasicismo dieciochesco. Allí aparecerá también Goethe, el máximo exponente del Romanticismo. En Francia, el clasicismo opone resistencia a las corrientes románticas, pero con Víctor Hugo y sus dramas Cromwell (1827) y Hernani (1830) éstas logran implantarse y difundirse al resto de países europeos.

En realidad, el Romanticismo es el producto de una profunda crisis espiritual, social y política que se manifiesta en las ideologías y en las corrientes estéticas. El romántico protesta contra los valores impuestos por el mundo burgués, es un ser disconforme con una sociedad mercantil y racional que aplasta sus ideales de libertad y plenitud vital. Por eso, el Romanticismo defiende el poder creador del espíritu, el derecho a la imaginación, al sentimiento y a la pasión. El yo artístico se convierte en el principal impulsor de la creación, v su libertad absoluta, en la única regla que se debe cumplir.

ESPAÑA EN EL SIGLO XIX: 1808-1868

La historia de España en estos años está marcada por tres acontecimientos: la guerra de la Independencia (1808-1814), el reinado de Fernando VII (1814-1833) y el de Isabel II (1833-1868), en el que se incluyen la regencia de su madre, María Cristina, y la del general Espartero.

La invasión francesa de los ejércitos napoleónicos provoca el levantamiento popular del 2 de mayo de 1808 y la posterior guerra de Independencia. Pero a la par que se lucha por expulsar a los franceses, se inicia un enfrentamiento interno de carácter ideológico y político que dividirá a los españoles durante todo el siglo y cuyas consecuencias se prolongarán en el siglo xx. Se trata de la lucha entre los partidarios de una forma de gobierno monárquica y absolutista, que comporta un modo de vida regido por una concepción tradicionalista, y los defensores del liberalismo y del sometimiento de la monarquía a una constitución democrática y popular. En plena guerra, las Cortes de Cádiz promulgaron la Constitución de 1812, que apenas tuvo una vigencia de dos años, porque, una vez terminada la contienda, Fernando VII restauró su poder absoluto.

En el reinado de Fernando VII, dominan las tendencias conservadoras. La Inquisición y la censura velan por la ortodoxia política y religiosa, lo que causa el exilio o el encarcelamiento de los intelectuales y políticos liberales.

Sólo durante el llamado Trienio Liberal (1820-1823), período en el que el monarca se vio forzado por el levantamiento de Riego a respetar las libertades, se vivió un respiro en el absolutismo. Pero la intervención del ejército europeo de los Cien mil hijos de San Luis en ayuda del rey, terminó con el fugaz experimento liberal, y dio paso a una década (la década ominosa), de férreo poder absolutista.

Tras la muerte del rey, se inicia un largo período de luchas por el poder, no sólo entre conservadores y liberales, sino también entre distintas facciones de éstos: los moderados y los progresistas. Esas luchas, que se prolongan durante la minoría de edad de Isabel II y durante su mandato efectivo, provocaron una gran inestabilidad política, a la que hubo que añadir las guerras carlistas contra los sectores más tradicionalistas que deseaban ver en el trono al rey Carlos. La revolución de 1868 puso fin al reinado de Isabel II y la condujo al exilio.

Es necesario destacar las estrechas vinculaciones entre la política y la literatura durante estas décadas. Muchos escritores (románticos o no) desempeñaron cargos en el gobierno, como Martínez de la Rosa o el Duque de Rivas. Y otros muchos sufrieron las consecuencias de los vaivenes políticos. Ya se ha dicho que los intelectuales liberales padecieron el exilio o la cárcel mientras Fernando VII permaneció en el poder. Sin embargo, fueron ese exilio y el conocimiento in situ de las nuevas corrientes estéticas románticas triunfantes en Europa los que posibilitaron su implantación en España, cuando el regreso les fue permitido en 1833.


Lee el texto siguiente y subraya las características más importantes del Romanticismo.

Analicemos brevemente algunas de las contradicciones más importantes del Romanticismo.

La literatura romántica fue con frecuencia literatura de evasión; pero también fue, no pocas veces, literatura de combate, bien enraizado en la historia. En efecto, si muchos románticos fueron reaccionarios y partidarios del pasado, otros muchos, ante el mundo en crisis en que vivían, procuraron ardientemente contribuir al advenimiento de una sociedad nueva, más justa, más libre y más ilustrada que el ancien régime, que se desmoronaba por toda Europa. (…) Este romanticismo liberal y progresista cobró vigor sobre todo después de la revolución francesa de 1830, que liquidó la Restauración e insufló nuevas esperanzas en el liberalismo europeo.

El Romanticismo se siente atraído por el pasado en general, y por la Edad Media en particular, pero constituye, en muchos aspectos, una manifestación de franca modernidad; pretende crear un arte nuevo capaz de expresar los tiempos nuevos, consuma la reacción contra el magisterio normativo y dogmático de la antigüedad grecolatina y cree en el progreso del hombre y de la historia.

El Romanticismo valora los fuerzas instintivas e irracionales, glorifica al hombre natural, su primitivismo y su espontaneidad, pero adopta muchas veces actitudes sutilmente intelectualistas -piénsese en la ironía romántica-, y exalta los valores culturales. El arte romántico manifiesta con frecuencia gusto por lo fantástico y lo grotesco, por lo excesivo o anormal, y deforma las proporciones y las relaciones verificables en la realidad; pero se revela también, con frecuencia, como un arte atento a la realidad subjetiva y objetivo, procura pintar al hombre y al mundo con autenticidad, demuestra muchos veces gran capacidad descriptiva de la naturaleza física. Es decir, es un arte visionario, pero también un arte realista.

Si meditamos en esta riqueza polimorfa del Romanticismo, en las fuerzas encontradas que en él se agitan, en la multitud de orientaciones y soluciones que virtualmente ofrece, comprenderemos por qué el Romanticismo ha dinamizado y fecundado todos los grandes movimientos artísticos que se han sucedido a lo largo de los siglos XIX y XX, desde el Realismo hasta el Simbolismo, el Decadentismo, el Surrealismo y el Existencialismo.

V. MANUEL AGUIAR E SILVA: Teoría de la literatura. Madrid. Gredos, 1972, pp.339-340.

EL ROMANTICISMO ESPAÑOL

El retraso en la introducción del Romanticismo en España y la superficialidad con que la mayoría de los escritores adoptan las nuevas formas y los nuevos temas han llevado a infravalorar la aportación de la literatura española a este movimiento.

El Romanticismo español se alejó de las reglas neoclásicas, si bien no renegó del todo de ellas. El amor, la muerte y la vida junto con la religión, están presentes en todas las obras. El rnundo medieval español, con su carga de exotismo orientalista, puesto de moda por los románticos europeos, sirvió como motivo de numerosas obras.

Aunque ya se pueden observar elementos prerrománticos en algunos escritores neoclásicos tardíos, no puede hablarse con propiedad de Romanticismo en España hasta bien entrado el siglo XIX. Éstas son las fases del movimiento en nuestro país:

§ Introducción y difusión (1805-1834). La publicación por Nicolás Böhl de Faber de una serie de artículos en El mercurio gaditano sobre las ideas literarias de los hermanos Schlegel, su polémica con José Joaquín de Mora, defensor de la estética neoclásica, la difusión de la nueva teoría literaria por el periódico El europeo de Barcelona y la traducción de obras de autores románticos son las vías de introducción del Romanticismo en España.

§ Apogeo (1834-1850). Con el regreso de los exiliados, el Romanticismo se convierte en la corriente estética predominante. Se publican las principales obras poéticas y se producen los estrenos teatrales más sonados. La prensa, las editoriales, los grupos literarios, las tertulias e instituciones contribuyen a su mantenimiento. En general, suele considerarse que los años de apogeo del Romanticismo son los que van desde el estreno de La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa, en 1834, hasta el de Traidor, inconfeso y mártir, de José Zorrilla, en 1849.

§ Posromanticismo, de 1850 en adelante. La inflluencia romántica se sigue dejando sentir, aunque a base de irritaciones v de escasas novedades. Sin embargo, tardíamente, encontramos dos extraordinarios poetas de sensibilidad romántica: Bécquer y Rosalía de Castro.

LA POESÍA ROMÁNTICA

Durante el primer tercio del siglo XIX, la poesía de raíz neoclásica, aunque impregnada de algunos elementos prerrománticos, mantuvo su predominio y su prestigio. Si se añaden a ello las dificultades que el absolutismo puso a la difusión de las ideas liberales y de la cultura europea, se comprende que la lírica romántica no triunfara plenamente en España hasta finales de la década de los 30.

La publicación de las Poesías de José Zorrilla en 1837 suele señalarse como el inicio del período de plenitud de la poesía romántica; período breve, por otra parte, pues apenas durará unos veinte años. En ese lapso de tiempo publican sus obras los principales poetas, como Espronceda, el Duque de Rivas, Zorrilla, Gertrudis Gómez de Avellaneda y otros. Sin embargo, puede hablarse de un Posromanticismo o de una segunda generación romántica. Además de los imitadores que prolongan los temas y formas más allá de su época de apogeo, surgen en la segunda mitad del siglo dos poetas caracterizados por un romanticismo íntimo, que se convertirán en puentes hacia la lírica moderna: Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.

CARACTERISTICAS DE LA POESÍA ROMÁNTICA

La aportación renovadora del Romanticismo se aprecia en todos los aspectos que atañen a la poesía. El léxico se puebla de términos que reflejan el espíritu de la época: la insatisfacción, el pesimismo, las ilusiones, el tedio, la melancolía, la pasión, los ideales, la frustración, etc. En este sentido, cabe señalar el deseo de autenticidad, de sinceridad que anima la expresión de los sentímientos. Las imágenes se llenan de referencias exóticas, de paisajes crepusculares o misteriosos, tratados con una sensorialidad muy cuidada.

En la métrica se produce un cambio de gran repercusión. Los poetas románticos emplean todo tipo de estrofas y versos, pero tienden al uso de las formas más populares. El romance, por ejemplo, se convierte en una de las composiciones preferidas. En la escritura del poema se mezclan versos de distinta medida y se produce una combinación de diferentes formas estróficas, lo que termina con la rigidez en el uso de las estrofas clásicas y produce una sensación de mayor libertad y dinamismo.

En los temas, el amor ocupa un lugar preponderante. Es un amor apasionado y vehemente, casi siempre imposible de alcanzar, lo que motiva la profunda desgracia en el poeta. Junto con el amor, no faltan poemas en los que se vierte la preocupación religiosa, la angustia ante la muerte y el más allá. Por último, destacan los motivos sociales y políticos. Por medio de personajes rebeldes (el pirata, el preso, etc.), el poeta romántico expone sus anhelos de libertad y las barreras que encuentra para lograrla.

Entre las distintas tendencias de la poesía romántica cabe señalar la importancia que adquiere la poesía narrativa. Leyendas, asuntos históricos, invenciones ficticias, sirven como motivos poéticos en los que el poeta encauza su imaginación: el Duque de Rivas, por ejemplo, publicó en 1841 sus Romances históricos ;José Zorrilla, por su parte, publicó numerosas leyendas en verso, que incluyen temas históricos, religiosos, fantasiosos o exóticos.

JOSÉ DE ESPRONCEDA (1808-1842)

Nacido en Almendralejo (Badajoz), estudió en Madrid, donde tuvo como profesor al poeta neoclásico Alberto Lista. Con sólo quince años ya participaba en actividades políticas revolucionarias, por las que se exilió en Portugal y en Londres (1827). En la capital portuguesa conoció a la que sería el gran amor de su vida: Teresa Mancha. Desde Londres huyó con ella, que se había casado con otro hombre, a París y regresó a España en 1833, gracias a la amnistía de Isabel II. En 1836 Teresa abandona al poeta y muere dos años más tarde. Durante el resto de su corta vida, Espronceda vivió activamente la literatura y la política de su tiempo. Tampoco faltaron nuevos amores. Su popularidad y su vida agitada hicieron de él un símbolo del movimiento romántico.

En Espronceda destaca su obra poética por encima del resto de su producción. Fue publicando sus poemas en revistas y, en 1840, las reunió con el título de Poesías. En las más tempranas se advierte aún la lección neoclasicista, si bien en este aprendizaje se encuentran ya elementos formales románticos. Es en Londres, al entrar en contacto con el Romanticismo inglés y, en especial, con la poesía de Lord Byron, cuando Espronceda se vuelca en la creación de su obra más personal e independiente.

Sobresalen dos poemas largos y ambiciosos: El estudiante de Salamanca y El diablo mundo. En el primero, se narran las aventuras de Félix de Montemar, un libertino y pendenciero donjuán sin escrúpulos. La historia transcurre en un ambiente de misterio, en el que no falta la presencia de lo sobrenatural. El poema tiene 1 704 versos y combina una gran variedad de metros: romances, décimas, octavillas, etc. En El diablo mundo, que quedó inacabado, Espronceda trató de ofrecer su visión filosófica y social de la realidad. Mezcla distintos géneros, aparecen fragmentos narrativos y teatrales y diversas digresiones; en él se incluye el famoso Canto a Teresa, compuesto en octavas reales, dedicado a la mujer a quien más amó, y que forma un conjunto aparte del resto del poema.

El amor es su principal inspiración temática, pero también es importante su reivindicación de ciertos personajes marginales, en los que el poeta veía un símbolo de la rebeldía y de la opresión social: La canción del pirata, El mendigo, El verdugo, o El reo de muerte son algunos de sus poemas sobre este tipo de personajes.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER (1836-1870)

El poeta romántico más importante nació en Sevilla y quedó huérfano a los diez años. Estudió pintura y Humanidades. En 1854, con dieciocho años, se trasladó a Madrid, donde vivió en precarias condiciones económicas y enfermó con frecuencia. Para mantenerse, escribía en periódicos y traducía dramas franceses. En 1858, durante una estancia en Sevilla, cayó nuevamente enfermo. Durante la convalecencia, escribió la primera de sus Leyendas y conoció a Julia Espín, a quien se considera la mujer inspiradora de sus poemas amorosos. En 1861 se casó con Casta Esteban, pero el matrimonio resultó un fracaso y ambos se separarán siete años más tarde. En ese tiempo, sin embargo, se produce su época de mayor actividad literaria: junto con sus colaboraciones en prensa, escribió las Leyendas y la mayor parte de las Rimas. Pasó, a pesar de todo, por grandes escaseces económicas. Bécquer murió, desconocido y pobre, en 1870.

Al año siguiente de su muerte, vieron la luz dos volúmenes que reunían sus Obras en libro por primera vez. La importancia de Bécquer para la poesía posterior es fundamental y resulta extraño que en vida apenas se le valorara, cuando de él nace en buena medida la poesía moderna. Su romanticismo evoluciona hasta lograr una nueva sensibilidad y un léxico poético alejado del retórico y gastado de sus antecesores.

Los poemas que forman las Rimas sufrieron algunos avatares antes de su edición. Conipuestas entre 1857 y 1868, algunas habían sido publicadas en revistas, pero Bécquer las reunió todas en un manuscrito que entregó a su amigo el ministro González Bravo. Con la revolución de 1868, el despacho ministerial donde se guardaban fue saqueado y el manuscrito se perdió. Bécquer tuvo entonces que recomponer de memoria los poemas en un cuaderno donde incluyó escritos de diverso tipo y al que tituló Libro de los gorriones.

En la edición de sus obras en 1871, se incluyen setenta y seis de los setenta y nueve poemas que Bécquer reescribió. En la publicación de las Rimas se ha impuesto una ordenación distinta a la del manuscrito y una clasificación por temas, lo que las convierte en una especie de biografía poética y amorosa del poeta sevillano. Se suelen distinguir cuatro secciones:

- En el primer grupo de poemas (rimas I-XI) se incluye una serie de rimas cuyo tema es la propia poesía y la creación poética, que es sentida como un impulso irracional y subjetivo que se impone al poeta. Sirven como pórtico del mundo amoroso que se despliega en las demás. También aparecen temas como la exaltación orgullosa del yo y la concepción de la mujer y del amor como algo ideal, etéreo e inalcanzable.

- El segundo grupo (rimas XII-XXIX) trata sobre el amor esperanzado: el amor es vivido en plenitud y la amada es retratada como un ser de atractiva belleza y de altas virtudes espirituales.

- El tercer grupo (rimas XXX-LI) se centra en el fracaso del amor. La mujer se ha convertido en el verdugo de las ilusiones del poeta y su retrato adquiere tintes sombríos y negativos.

- Por último, las rimas LI a LXXIX muestran la soledad y la angustia. El mundo aparece como un lugar hostil y el poeta se aísla y se encierra en sí mismo.

Las características técnicas más importantes de las Rimas son su brevedad y condensación. La sencillez contrasta con el efectismo y la teatralidad de la lírica romántica anterior. La fuerte subjetividad y el simbolismo en la captación de la realidad amorosa, Y la tendencia al dramatismo, manifestada en la sensación de diálogo, de conversación íntima que producen, son otras de sus características. En todo ello puede observarse la huella de poetas románticos alemanes como Heine, y también la de la poesía popular española. La forma estrófica de los poemas es libre, con predominio de los versos heptasilabos y endecasilabos y de la rima asonante.

Como ya se ha dicho, Bécquer cultivó en prosa un género típicamente romántico: la leyenda. La mayoría de ellas se sitúa en ambientes medievales y trata temas amorosos o fantásticos envueltos en misterios y acontecimientos sobrenaturales. En las más conocidas (Maese, Pérez el organista, El monte de las ánimas, El rayo de luna), Bécquer demuestra un gran dominio del lenguaje narrativo y una gran habilidad para la estructuración de las intrigas. Además, en la obra prosística becqueriana se pueden indicar títulos como Cartas desde mi celda.


ROSALÍA DE CASTRO (1837-1835)

Nació en Santiago de Compostela. A los quince años supo que su madre, Teresa de Castro, la había tenido sin estar casada, lo que le produjo una conmoción que aparecerá con frecuencia en estas obras. En 1858, contrajo matrimonio con Manuel Murguía, conocido historiador. Vivió en varias ciudades castellanas, aunque siempre sintió la nostalgia de su tierra natal, a la que terminó por regresar. En su vida no abundan las alegrías: sufrió penurias económicas y enfermedades, padeció la muerte temprana de su madre y, después, la de algunos de sus hijos. Murió de cáncer en Padrón (La Coruña).

Rosalía de Castro fue una escritora bilingüe en castellano y en gallego. Con relación a su obra gallega, cabe señalar que desempeñó un papel relevante en el Renacimiento de esta lengua y de su cultura. En 1857 publicó su primer libro de versos, La flor, donde se advierte la clara influencia de Espronceda. En 1863 apareció A mi madre a la par que sus Cantares gallegos (en gallego), en los que los temas y formas populares de su tierra están muy presentes. Siguió un largo período de silencio poético en que no publicó versos hasta 1880, volviendo a la poesía en ese año con otro título en gallego: Follas novas (1880), en el que es frecuente encontrar las preocupaciones sociales por las gentes de Galicia.

En 1885 se editó su más famoso libro de poemas en castellano: En las orillas del Sar. En esta obra predomina una sentimentalidad íntima y religiosa, en la que el abandono, la melancolía, la soledad, el dolor y el alejamiento de la realidad exterior son las notas dominantes. En las orillas del Sar, junto con las Rimas de Bécquer, supone un eslabón entre el final del Romanticismo y el inicio de la lírica moderna. La autenticidad de la voz poética, la sencillez y transparencia léxicas y las originales combinaciones métricas, con versos de hasta 18 sílabas, hacen de este libro uno de los poemarios fundamentales del siglo XIX.

1.- Aquí reproducimos algunos fragmentos del elegíaco Canto a Teresa, de José de Espronceda. Léelos y responde a las preguntas que se formulan a continuación:

a) Análisis métrico de las dos primeras estrofas. ¿Qué tipo de estrofa es?

b) Temática del fragmento. ¿Son típicos del Romanticismo? ¿Hay ironía en alguna estrofa?

c) Los recursos literarios del poema.


¿Por qué volvéis a la memoria mía,

Tristes recuerdos del placer perdido,

A aumentar la ansiedad y la agonía

De este desierto corazón herido?

¡Ay! que de aquellos horas de alegría,

Le quedó al corazón sólo un gemido,

¡Y el llanto que al dolor los ojos niegan,

Lágrimas son de hiel que el alma anegan!

¿Dónde volaron, ¡ay!, aquellas horas

De juventud, de amor y de ventura,

Regaladas de músicas sonoras,

Adornadas de luz y de hermosura?

Imágenes de oro bullidoras,

Sus alas de carmín y nieve pura,

Al sol de mi esperanza desplegando,

Pasaban', ¡ay!, a mi alrededor cantando.(...)

Yo amaba todo: un noble sentimiento

Excitaba mi ánimo, y sentía

En mi pecho un secreto movimiento,

De grandes hechos generoso guía.

La libertad, con su inmortal aliento,

Santo diosa, mi espíritu encendía,

Contino imaginando en mi fe pura

Sueños de gloria al mundo y de ventura .(…)

Los años, ¡ay!, de la ilusión pasaron;

Las dulces esperanzas que trajeron,

Con sus blancos ensueños se llevaron

Y el porvenir de oscuridad vistieron,

Los rosas del amor se marchitaron,

Los flores en abrojos convirtieron,

Y de afán tanto y tan soñada gloria,

Sólo quedó una tumba, una memoria.

¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento

Un pesar tan intenso!... Embargo impío


Mi quebrantado voz mi sentimiento,

Y suspira tu nombre el labio mío,

Para allí su carrera el pensamiento,

Hielo mi corazón punzante frío,

2.- Características temáticas y estilísticas de las siguientes rimas becquerianas:.

IV

No digáis que, agotado su tesoro,

de asuntos falta, enmudeció la lira;

podrá no haber poetas, pero siempre

habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso

palpiten encendidas,

mientras el sol las desgarradas nubes

de fuego y oro vista,

mentras el aire en su regazo lleve

perfumes y armonías,

mientras haya en el mundo primavera,

¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance

las fuentes de la vida,

y en el mar o en el cielo haya un abismo

que al cálculo resista,

mientras la humanidad siempre avanzando

no sepa a dó camina,

mientras haya un misterio para el hombre,

¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,

sin que los labios rían;

mientras se llore, sin que el llanto acuda

a nublar la pupila,-

mientras el corazón y la cabeza

batallando prosigan,

mientras haya esperanzas y recuerdos,

¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen

los ojos que los miran,

mientras responda el labio suspirando

al labio que suspira,

mientras sentirse puedan en un beso

dos almas confundidas,

mientras exista una mujer hermosa,

¡habrá poesía!

XXIV

Dos rojas lenguas de fuego

que a un mismo tronco enlazadas

se aproximan, y, al besarse,

forman una sola llama;

dos notas que del laúd

a un tiempo la mano arranca,

y en el espacio se encuentran

y armoniosas se abrazan;

dos olas que vienen juntas

a morir sobre una playa

y que, al romper, se coronan

con un penacho de plata;

dos jirones de vapor

que del lago se levantan

y al juntarse allá en el cielo,

forman una nube blanca,

dos ideas que al par brotan;

dos besos que a un tiempo estallan;

dos ecos que se confunden;

eso son nuestras dos almas.

XXXVIII

Los suspiros son aire, y van al aire.

Los lágrimas son agua, y van al mar.

Dime, mujer, cuando el amor se olvida,

¿sabes tú adónde va?


LXVI

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero

de los senderos busca;

las huellas de unos pies ensangrentados

sobre la roca dura;

los despojos de un alma hecha jirones

en los zarzas agudas,

te dirán el camino

que conduce a mi cuna.


¿Adónde voy? El más sombrío y triste

de los páramos cruza,

valle de eternas nieves y de eternas

melancólicas brumas;

en donde esté una piedra solitario,

sin inscripción alguna,

donde habite el olvido,

allí estará mi tumba.


EL TEATRO ROMÁNTICO

Al igual que ocurrió con la poesía, la introducción del drama romántico en España se vio retrasada por la supervivencia del teatro neoclásico durante las primeras décadas del siglo. En realidad, ambas tendencias teatrales llegaron a convivir en los escenarios originando duros debates sobre preceptiva y estética teatrales. Incluso, en muchos casos, encontramos autores que han escrito, tanto comedias al estilo dieciochesco como dramas de inspiración romántica.

Las fechas entre las que se produce el esplendor del teatro romántico son parecidas a las señaladas para la poesía lírica. Así, el estreno en 1834 de La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa, sirvió como preámbulo de los éxitos posteriores. El cierre lo puso el propio Zorrilla, con Traidor inconfeso y mártir, obra estrenada en 1849.

En los años posteriores se siguen escribiendo y estrenando obras de tono romántico, pero empleando elementos superficiales y efectistas, que ahogan con su retórica grandilocuente la autenticidad de los sentimientos. Además, lentamente, se irán introduciendo elementos más realistas, que desembocarán a partir de 1860 en la llamada alta comedia.

CARACTERÍSTICAS DEL TEATRO ROMÁNTICO

Se debe tener en cuenta que los teatros experimentan una notable transformación y mejora en este siglo. El edificio teatral se convierte en un lugar arquitectónicamente agradable y racionalmente distribuido (escenario, butacas, palcos, etc.), en el que es posible introducir mejoras técnicas en la iluminación, en los cambios de decorados, en el sonido o en el vestuario de los actores.

Con el drama romántico asistimos de nuevo, al igual que había ocurrido en el siglo XVII, a la ruptura con las reglas de la preceptiva teatral aristotélica que con tanto rigor habían impuesto los dramaturgos neoclásicos. Otra vez, la libertad de creación va a ser el valor supremo que rige la creación teatral, oponiéndose a la disciplina y a la sumisión dieciochescas.

Por ello se produce un rechazo abierto de las normas, se mezclan géneros cómicos y trágicos y se emplea indistintamente el verso y la prosa - la mayor parte de las veces sin un motivo justificado- en una misma obra, aunque al final terminará triunfando el verso. Por lo que respecta a la estructura, las obras pueden estar divididas en tres, cuatro o cinco actos. En la escritura, el texto incluye numerosas acotaciones para la descripción de personajes, decorados o situaciones.

El género dramático más cultivado es el drama histórico, que sitúa la acción en ambientes alejados en el tiempo. La Edad Media es el momento histórico preferido para situar los argumentos, pero su reconstrucción no es el objetivo principal; de hecho, abundan los errores y anacronismos. El mundo medieval es, simplemente, un marco adecuado para tratar los problemas de la sociedad del XIX. Los escenarios suelen representar cementerios, mazmorras, lugares solitarios y abandonados, monasterios, bosques, ruinas, etc.

Los protagonistas del drama romántico son un hombre y una mujer, con características semejantes en la mayoría de las obras: son seres heroicos, virtuosos y bellos que se enfrentan a la imposibilidad de ver satisfecho su amor. El héroe suele estar rodeado de un halo misterioso que afecta a su origen y que al final suele revelarse como una procedencia noble, incluso emparentado con el personaje antagonista. La mujer reúne en sí todas las virtudes físicas y espirituales, amarla es inevitable, pero el amor que ella enciende, conduce también a la destrucción. Los demás personajes se ven relegados a un papel secundario: o son simples espectadores del amor trágico, o actúan como oponentes a la consecución de ese amor.

Como puede deducirse de lo anterior, el gran tema del teatro romántico es el amor, un amor fatídico, apasionado y avasallador, que se opone a las normas sociales y que arrastra a quien lo padece a la muerte. Otro tema importante es el de la libertad, el anhelo de alcanzar una libertad absoluta (política, social o humana), que se ve entorpecido o impedido por el entorno o por el destino. El desenlace trágico, la muerte final que acecha a los protagonistas, no es una lección moral en la que haya un castigo por sus amores ilícitos, sino un grito de dolor y de rebeldía en contra de un mundo que no admite el cumplimiento de los ideales.

ALGUNOS DRAMAS ROMÁNTICOS

La conjuración de Venecia, de Francisco Martínez de la Rosa (1787-1862) estrenada en 1834, supuso el primer ejemplo de teatro romántico. Ambientada en la Venecia del siglo XIV, escenifica la historia de Rugiero,joven rebelde casado en secreto con Laura, que conspira contra el Consejo de los Diez y dirige una revuelta popular en una noche de carnaval. Rugiero es detenido y un tribunal lo condena a muerte. Morosini, el presidente del tribunal descubre, una vez dictada la sentencia, que Rugiero es su hijo.

Don Álvaro o la fuerza del sino, de Ángel de Saavedra, Duque de Rivas (1791-1865), fue estrenada en 1835. Ambientada en el siglo XVIII, representa una historia de amor imposible. Don Ávaro mata accidentalmente al marqués de Calatrava, padre de Leonor, cuando éste los sorprende a punto de huir juntos. Se aleja de su amada y huye a Italia, pero allí lo encuentra don Carlos, un hermano de Leonor. Se baten en duelo y don Alvaro mata al hermano. Vuelto a España y retirado en un monasterio, se ve forzado a enfrentarse con don Alfonso, otro hermano de Leonor, a quien también hiere de muerte. Pero, en ese instante, aparece Leonor y su hermano la mata. Don Alvaro, que no ha podido evitarlo, se suicida arrojándose por un precipicio. La mezcla de verso y prosa, el desarrollo temporal que abarca varios años, los cambios de escenario en cada uno de los cinco actos y el desenlace fatal la convierten en el modelo del drama romántico.

El trovador, de Antonio García Gutiérrez (181 31884) fue estrenada en 1836 y constituyó el mayor éxito de su autor. Dividida en cinco actos, escrita en verso y prosa, y situada en la Edad Media, representa la rivalidad entre un trovador (Manrique) y don Nuño de Artal, el conde de Luna, por el amor de doña Leonor, una dama de la corte. El desenlace es trágico: Nuño sentencia a muerte a Manrique por haber raptado a Leonor del convento en que se había refugiado y ella se suicida. La obra termina con la revelación que hace una gitana: Manrique y el conde eran hermanos. La obra inspiró en 1853 una famosísima ópera de Giuseppe Verdi: Il trovatore.

Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio de Hartzenbusch (1806-1880), estrenada en 1837, se basa en una leyenda tradicional, cuyos hechos transcurrieron en Teruel durante el siglo XIII. Trata del amor imposible de Diego Marsilla e Isabel de Segura, quien se ve obligada por su padre a casarse con otro hombre. Diego se aleja en busca de fortuna y se pone un plazo de seis años para regresar y, si ella no le ama, renunciar a su amor. La acción se sitúa en los últimos días antes del regreso: Isabel se casa con don Rodrigo, al creer que Diego ha muerto. Cuando Diego vuelve, Isabel lo rechaza. Diego cae muerto y ella, al ver frustrado su amor verdadero, termina por morir de angustia y dolor.

JOSÉ ZORRILLA (1818-1893)

Nacido en Valladolid, en una familia tradicionalista e intransigente, estudió en Madrid, Toledo y en su ciudad natal. Pero dejó la universidad y se estableció en Madrid para dedicarse a la literatura. Se dio a conocer en 1837 leyendo unos versos en el entierro de Larra. Se casó con Matilde O'Reilly, una viuda mucho mayor que él, y el matrimonio fracasó. Pasó largas temporadas en París, lo que le permitió familiarizarse con los románticos franceses. Desde 1866 vivió en Madrid y Barcelona, y volvió a casarse. Los últimos años los pasó entre reconocimientos y honores oficiales, pero también entre dificultades económicas, derivadas de malvender sus obras a los editores y de su insobornable independencia, que le impidió acceder a los beneficios públicos de su popularidad.

Su creación teatral es amplia y la mayor parte de ella está inspirada en temas tradicionales, muchos de ellos tomados del teatro del siglo XVII. Se caracteriza, ante todo, por presentar unos personajes bien delimitados y por organizar la intriga de modo que mantiene en vilo la atención del espectador. Algunos de sus títulos más reconocidos son: El zapatero y el rey (1840), Sancho García (1842), El puñal del godo (1843) y Traidor inconfeso y mártir (1849).

Don Juan Tenorio

Pero si Zoriilla ocupa un lugar destacado en las letras del siglo XIX es, en gran medida, gracias a una obra: Don Juan Tenorio (1844). Fue estrenada el 28 de marzo de 1844 en el Teatro de la Cruz. Zorrilla la compuso urgido por el actor Carlos Latorre, que necesitaba estrenar una comedia. El escritor inició una refundición de la obra de Tirso El burlador de Sevilla y de la de Antonio Zamora No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla (1714). Y se encontró con el drama más conocido y más representado de toda la historia de nuestro teatro, con el que se celebra el Día de Difuntos en el mes de noviembre. La obra está dividida en dos partes, separadas por cinco años de diferencia; los actos de cada parte suceden en una misma noche.

El argumento es el siguiente: estamos en 1545 y don Juan y don Luis Mejía se encuentran en una taberna de Sevilla para comparar los resultados de una apuesta que les ha tenido vagando durante un año en busca de amores y desafíos. Una vez hecho el recuento, don Juan consigue engañar al propio don Luis con su prometida doña Ana y después se propone seducir a doña Inés, recluida en un convento. Don Juan la seduce, la rapta y mata al Comendador, su padre. Después, huye, pero, a su pesar, enamorado ya de doña Inés. En la segunda parte, don Juan regresa a Sevilla cinco años más tarde y descubre que ella ha muerto de pena. El burlador convida a cenar a la estatua del Comendador y ésta aparece y, a su vez, convida a donj Juan. En esto, Zorrilla sigue el relato de Tirso o de Zamora. Pero la diferencia radical entre la obra de Zorrilla y las anteriores estriba en el desenlace: don Juan, gracias a la intervención del espectro de Inés, se arrepiente en el último instante y consigue salvarse.

El éxito de la obra se explica por la confluencia de varios elementos: el acierto en la caracterización de un don Juan en línea con sus predecesores; el involucrarlo en una historia amorosa en la que el personaje de doña Inés compendia los valores ideales y físicos de la mujer romántica; y en la redención final del protagonista por mediación del amor. También, evidentemente, tiene su parte en el reconocimiento popular la habilidad de Zorrilla al componer el drama y al dotarlo de un ritmo ágil y vibrante, todo ello envuelto en una versificación variada y fluida que invita a la memorización. Sin embargo, el análisis desapasionado de Don Juan Tenorio revela algunos fallos argumentases y técnicos graves, que, a pesar de todo, no han sido obstáculos para su difusión.

El fragmento siguiente pertenece al drama Don Álvaro o la fuerza del sino. Se trata de las escenas finales, leed el fragmento y contestad a las siguientes cuestiones:

a) Resume todo lo que ocurre en estas escenas. ¿Podemos hablar de una acumulación excesiva de acontecimientos? ¿Por qué? ¿Qué intención tiene esa acumulación? Indica también los efectos de sorpresa.

b) Las acotaciones, ¿Son escasas o numerosas? ¿Qué elementos de la representación señalan? Explica cómo contribuye la escenografía a crear un clima determinado.

c) Aunque el texto sólo contiene prosa, en la obra aparece también el verso. ¿Por qué se produce esa mezcla? El lenguaje de los personajes, su declamación, presenta unas características muy definidas. Precisa cuáles son.

Don Alfonso.- Ya lo conseguiste…¡Dios mío! ¡Confesión! Soy cristiano…Perdonadme…, salva mi alma…

Don Álvaro.- (Suelta la espada y queda como petrificado.) ¡Cielos!…¡Dios mío! ¡Santa Madre de los Ángeles!…¡Mis manos tintas en sangre…, en sangre de Vargas!…

Don Alfonso.- ¡Confesión! ¡Confesión!…Conozco mi crimen y me arrepiento…Salvad mi alma, vos, que sois ministro del Señor…

Don Álvaro.- (Aterrado) No , yo no soy más que un réprobo, presa infeliz del demoni! Mis palabras sacrílegas aumentarían vuestra condenación. Estoy manchado de sangre, estoy irregular…:Pedid a Dios misericordia… Y …esperad…, cerca vive un santo penitente…podrá absolveros…Pero está prohibido acercarse a su mansión…¿Qué importa? Yo, que he roto todos los vínculos, que he hollado todas las obligaciones…

(…)

Don Álvaro.- Sí, voy a llamarlo… al punto …

Don Alfonso.- Apresuraos, padre…¡Dios mío! (Don Álvaro corre a la ermita y golpea la puerta)

Doña Leonor.- (Dentro) ¿Quién se atreve a llamar a esta puerta? Respetad este asilo.

Don Álvaro.- Hermano, es necesario salvar un alma, socorrer a un moribundo; venid a darle el auxilio espiritual.

(…)

Escena X

Los Mismos y Doña Leonor vestida con un saco y esparcidos los cabellos, palida y desfigurada, aparece a la puerta de la gruta, y se oye repicar a lo lejos las campanas del convento.

Doña Leonor.- Huid, temerario; temed la ira del cielo.

Don Álvaro.- (Retrocediendo horrorizado por la montaña abajo.) ¡Una mujer!… ¡Cielos!…¡Qué acento! ¿Es un espectro!…¡Imagen adorada!…¡Leonor!¡Leonor!

Don Alfonso.- (Como queriéndose incorporar.) ¡Leonor!¿Qué escucho? ¡Mi hermana!…

Doña Leonor.- (Corriendo detrás de Don Álvaro.) ¡Dios mío! ¿Es don Álvaro?…Conozco su voz…Él es…¡Don Álvaro!

Don Alfonso.- ¡Oh furia!…Ella es …¿Estaba aquí con su seductor!…¡Hipócritas!…¡¡Leonor!!

Doña Leonor.- ¡Cielos! ¡Otra voz conocida!…Mas ¿qué veo? (Se precipita hacia donde ve a don Alfonso.)

Don Alfonso.- ¡Ves al último infeliz de tu familia!

Doña Leonor.- (Precipitándose en brazos de su hermano.) ¡Hermano mío!…¡Alfonso!

Don Alfonso.- (Hace un esfuerzo, saca un puñal y hiere de muerte a Leonor.) Toma, causa de tantos desastres, recibe el premio de tu deshonra…Muero vengado. (Muere.)

Don Álvaro.- ¡Desdichado!…¿Qué hiciste?…¡Leonor! ¿Eras tú?…¿Tan cerca de mí estabas?…¡Ay! (Se inclina hacia el cadáver de ella.) Aún respira…, aún palpita aquel corazón todomío…Ángel de mi vida…, vive, vive, yo te adoro…¡Te hallé por fin …,sí, te hallé…muerta! (Queda inmóvil.)

Escena última

Hay un rato de silencio; los truenosa resuenan más fuertes que nunca, crecen los relámpagos y se oye cantar a los lejos el Miserere a la comunidad, que se acerca lentamente.

(Voz dentro). Aquí aquí ¡Qué horror! (Don Álvaro vuelve en sí y luego huye hacia la montaña. Sale el Padre Guardián con la comunidad, que queda asombrada.)

Padre Guardián.- ¡Dios mío!... ¡Sangre derramada!... ¡Cadáveres!... ¡La mujer penitente!

Todos los frailes.- ¡Una mujer!... ¡Cielos!

Padre Guardián.- ¡Padre Rafael!'

Don Álvaro.- (Desde un risco, con sonrisa diabólica, todo convulso, dice.) Busca, imbécil, al padre Rafael... Yo soy un enviado del infierno, soy el demonio exterminador... Huid, miserables.

Todos.- ¡Jesús! ¡Jesús!

Don Álvaro.- ¡Infierno, abre tu boca y trágame! ¡Húndase el cielo, perezca la raza humana,- exterminio, destrucción ... ! (Sube a lo más alto del monte y se precipita.)

El padre Guardián y los otros frailes.- (Aterrados y en actitudes diversas.) ¡Misericordia, Señor! ¡Misericordia!

EL ROMANTICISMO EN ESQUEMA

EL ROMANTICISMO

Corriente artística de la 1ª mitad del siglo XIX.

Movimiento cultural europeo y actitud vital que sacudió Europa y de la que derivaron una forma de vida, de ser y de escribir.

Sus bases están en el triunfo de la Revolución Francesa en 1789 que preparó el triunfo del Romanticismo(Locke, Rousseau y Voltaire, La Enciclopedia crearon un sentimiento profundo de libertad).

Orígenes S. XVIII: Prerromanticismo (Cadalso con Noches lúgubres)

Alemania : Movimiento Sturm und Drang (Tempestad y Pasión) con los hermanos Schlegel, Goethe (autor de Werter y Fausto), Mary Shelley (Frankestein), los hermanos Grimm y Hoffmann.

Francia: Víctor Hugo (Hernani, Nuestra Señora de París, Los MIserables), George Sand.

Inglaterra: Lord Byron, W, Scott (Ivanhoe), Emily Brontë (Cumbres borrascosas)

Italia : Manzoni y G. Leopardi.

No a las reglas clásicas.

Expresión artística de los sentimientos.

Características Exaltación del yo y del ideal de libertad( El pirata).

Análisis de la intimidad(Canto a Teresa de Espronceda)

Irracionalismo frente a la razón del XVIII.

generales Rebeldía e idealismo. Desprecio por lo establecido.(El reo de muerte)

Nacionalismo (Resurgimiento del gallego y del catalán)

Rechazo de la realidad y huida por la imaginación( Fantasía, Edad Media, lugares exóticos). Novelas históricas.

Paisaje y ambientes con valor simbólico en función del estado de ánimo (ruinas, cementerios, tormentas, la noche, lugares solitarios, bosques solitarios y plagados de ánimas en pena, castillos fantasmales…).

Mezcla de géneros, de la prosa y el verso. Romances. Leyendas.

Efectismo (uso de recursos para impresionar fuertemente el ánimo).

Estilo ampuloso y retórico. Sonoridad y brillantez. Sinceridad y sencillez en el Posromanticismo.

El Romanticismo Alternancia en el poder de liberales y conservadores.

español . 1808-14: Guerra de la Independencia (1812 La Constitución de Cádiz)

Contexto histórico 1814-1833: Absolutismo de Fernando VII (1820-23: Trienio Liberal de Riego; 1823-1833: La década ominosa: censura férrea y exilio de los intelectuales).

1833-1868: Reinado de Isabel II (Regencia de Mª Cristina y Espartero. Regreso de los intelectuales).

1833-1876: Guerras Carlistas (Ley Sálica)

1868: Revolución de "La Glriosa". Exilio de Isabel II.

Aparición tardía.

Fugaz.

Etapas Introducción y difusión (1805-1834): Controversia sobre las nuevas ideas en Cádiz y a través de el periódico El Europeo de Barcelona. Traducciones.

Apogeo (1834-1850) Se inicia con la vuelta de los exiliados y el estreno en 1834 de La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa. Acaba con la representación de Traidor, inconfeso y mártir de José Zorrilla en 1849. Las obras presentan las características propias del Romanticismo.

Posromanticismo de 1850 en adelante: Bécquer y Rosalía de Castro. Intimismo, melancolía, sencillez.

GÉNEROS Y AUTORES DEL ROMANTICISMO

La novela histórica El señor de Bembibre (1844) de Enrique Gil y Carrasco.

El doncel de don Enrique el doliente de Larra.

Sancho Saldaña de Espronceda.

El costumbrismo Descripción de tipos populares, costumbres sociales con intención didáctica de mejorar la sociedad. Humor e ironía. Cuadros de costumbres y artículos periodísticos

Mesonero Romanos: Escenas matritenses.

S. Estébanez Calderón : Escenas andaluzas.

Los escritores publican sus obras en la prensa del momento.

Larra Prototipo de hombre romántico, hastiado de la vida, se suicidó con veintiocho años .Periodista y ensayista: El duende satírico del día, El pobrecito hablador. Su seudónimo más conocido era el de Fígaro.

Antecedente del tema de España (tema de la Generación del 98) por su actitud crítica, irónica, aguda y mordaz de los problemas del momento sin añorar el pasado y con el objeto del progreso de una sociedad estancada y paralizada. Es un precedente clarísimo del ensayo del XX.

Artículos de costumbres: Vuelva usted mañana, El castellano viejo.

Artículos políticos: La nochebuena de 1836.

Artículos de crítica literaria: Literatura, Yo quiero ser cómico.

Estructura variable: a modo de carta, de sueño, testigo de los hechos, víctima…, con digresiones de tipo moral o filosófico, a través de las cuales expone sus teorías.

Lenguaje antirretórico, sencillo, ameno, claro, preciso. Observador de la realidad con aguda ironía y con humor que sirven de contrapeso a su demoledora crítica de la sociedad del momento haciéndola, incluso, más efectiva.

LA POESÍA

Apogeo: Espronceda

Poesía narrativa Duque de Rivas

Zorrilla

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Carolina Coronado (nacida en Almendralejo)

Posromanticismo: Bécquer

Poesía más intimista Rosalía de Castro

Espronceda El amor como tema : Canto a Teresa

(1808-1842) La libertad y lo marginal: El pirata, El verdugo, El reo de muerte.

El estudiante de Salamanca de 1704 versos.

El diablo mundo:poema filosófico que incluye el Canto a Teresa en octavas reales, expresión sincera de los sentimientos, intimismo.

Bécquer Rimas (1857-1868)< reescrito en el Libro de los gorriones(1ª edición

(1836-1870) en 1871): Biografía poética y amorosa: brevedad, sencillez, subjetividad, simbolismo dramatismo, estrofa libre. Fuentes poesía popular y Heine.

RR. I - XI : la poesía y la creación poética.

RR. XII - XXIX: amor esperanzado.

RR. XXX - LI: fracaso amoroso.

RR. LII - LXXIX: soledad y angustia.

Leyendas: ambiente medieval y atmósfera de misterio.

Rosalía de Castro Escritora bilingüe.

(1837-1885) La flor (1857), A mi madre, Cantares gallegos (1863), Follas novas (1880), En las orillas del Sar (1885).

Intimismo, autenticidad, originales formas métricas(vv. de 18 sílabas).

EL TEATRO Mejora y transformación de los locales teatrales.

1834 con La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa y 1849 con Traidor, inconfeso y mártir de Zorrilla. Debate: reglas neoclásicas y la libertad de creación.

Mezcla de lo trágico y lo cómico, del verso y la prosa.

Tres, cuatro o cinco actos.

Numerosas acotaciones: descripción de personajes, decorados y situaciones.

Drama histórico: Edad Media, cementerios, mazmorras, monasterios, bosques, ruinas…

Protagonistas: caballero (héroe noble, apuesto, misterioso, insatisfecho, rebelde…) y dama (bella y virtuosa) que se aman fatídicamente, apasionadamente, fuera de las normas sociales y que les conduce a la muerte.

Amor y libertad. Finalidad: conmover.

Obras La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa: ambientada en la Venecia del s. XV, hª de Rugiero y Laura, casados en secreto, dirige una revuelta popular en carnaval y es condenado a muerte, Morosini, el presidente del tribunal descubre que Rugiero es su hijo(efectismo).

Duque de Rivas Don Álvaro o la fuerza del sino del Duque de Rivas:ambientada en el s.XVIII, representa una historia de amor imposible y fatídica, de horror y muerte, modelo de drama romántico en donde se mezcla el verso y la prosa en los 5 actos, en la que no se respeta la unidad de lugar, ni de tiempo, el paisaje símbolo del alma borrascosa de los personajes. Domina el efectismo y el retoricismo.

José Zorrilla Obra inspirada en temas tradicionales (Siglo de oro). Organiza la intriga de tal modo que mantiene en vilo al espectador : El zapatero y el rey, Sancho García, El puñal del godo, Traidor, inconfeso y mártir, y Don Juan tenorio.

Don Juan Tenorio Estrenada el 28 de marzo de 1844 en el Teatro de la Cruz. Urgido por la necesidad del actor Carlos Latorre refundió las obras de Tirso de Molina (El burlador de Sevilla) y Antonio Zamora ( No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla) -Siglo de Oro y 1714-. Obra dividida en dos partes, separadas por cinco años, los actos de cada parte suceden en una misma noche. Ambientada en 1545, representa la historia de Don Juan y de Don Luis Mejía que se encuentra en una taberna sevillana para hacer el recuento de sus amores y desafíos en apuesta. Don Juan seduce a la amada de Don Luis y luego a Doña Inés, recluida en un convento; la seduce, la rapta y mata a su padre. Huye, pero enamorado de Doña Inés . Cinco años más tarde regresa a Sevilla y ya Dª Inés ha muerto de pena. Convida a la estatua del Comendador a cenar y éste aparece, pero Don Juan se salva gracias al espectro de Dª Inés.

Ritmo ágil y vibrante, efectista.

Verso sonoro y brillante, fácil de memorizar en us grandes tiradas de versos al estilo del teatro del Siglo de Oro. Metros variados.

Caracterización magistral del personaje de Don Juan, rebelde, seductor, pendenciero, sacrílego que encarna una concepción española del amor.

UNA RIMA DE G. A. BÉCQUER

Rima LII

Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre las sábanas de espumas,
¡llevadme con vosotras!

Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!

Nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego encienden las sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!

Llevadme, por piedad a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!


La rima LII es la primera de la cuarta parte: angustia y muerte. . La obra de Bécquer, junto con la de Rosalía de Castro, se sitúa en la corriente de la poesía posromántica, que se caracteriza por la temática intimista y por la sencillez y sobriedad de su estilo, frente al retoricismo y vehemencia de la poesía romántica anterior.

En esta rima el poeta se dirige a tres elementos de la naturaleza cargados de violencia las olas gigantes, las ráfagas de huracán, las nubes de tempestad y les pide que lo lleven con ellos porque tiene miedo de recordar, de sentir dolor en soledad.

El poema, que tiene cuatro estrofas de cuatro versos con rima asonante (11-, 11A, 11-, 7a), se estructura en dos partes:

- En las tres primeras estrofas se sigue un mismo esquema y se repite contenido: el poeta se dirige a la naturaleza desatada (primer verso), la describe y se funde con ella (versos segundo y tercero) y exclama “’¡llevadme con vosotras!”. Cambia en cada estrofa el elemento de la naturaleza: olas gigantes (primera), ráfagas de huracán (segunda) y nubes de tempestad (tercera).
- En la cuarta estrofa cambia el esquema y el contenido: el poeta confiesa la razón de su deseo: tiene miedo de sus propios sentimientos.

El poema se basa, fundamentalmente en el paralelismo de las tres primeras estrofas y en la repetición de la exclamación “¡llevadme con vosotras!”. Estos recursos de repetición multiplican, por una parte, la visión violenta de la naturaleza, y por otra, intensifican el deseo del poeta de fundirse con esta naturaleza brutal y devastadora.

Las imágenes que Béquer utiliza en la descripción del paisaje son típicamente románticas; se trata de una naturaleza poderosa. Pero no se trata solo de que la naturaleza se desborda, sino que es el propio poeta quien, desatado y desbordado, encuentra un espejo brutal que refleja su pasión. Así el léxico está cargado de connotaciones violentas: que os rompéis bramando, arrebatado en el ciego torbellino, las sangrientas orlas...
La cuarta estrofa, en la que ya no aparece el elemento natural, es la clave que da luz para comprender el poema. Rompe el paralelismo anterior y prescinde también de la exclamación final; por el contrario, comienza con la petición de ayuda (llevadme) con la que había terminado la tercera estrofa, y deja que aparezca la primera persona, atormentada, del poeta (¡Tengo miedo de quedarme / con mi dolor a solas!). Las exclamaciones en imperativo de las otras estrofas se convierten ahora en la confesión más íntima. En esta segunda parte destaca también el encabalgamiento de los últimos versos, que carga de emoción la confesión del poeta.

Esta rima LII es un buen ejemplo del estilo de Bécquer: tras la apariencia de un poema sencillo se encuentra una cuidada estructura y un trabajado lenguaje. La visión de la naturaleza poderosa y vehemente, tan del gusto de los románticos, se quiebra en este poema en un terrible miedo a la soledad y al dolor; lo que parecía un canto a la naturaleza más violenta se transforma en la voz rota de quien no puede aguantar más sufrimiento.